Así lo indica un relevamiento del Observatorio Vial Municipal, en el que confluyen datos de la comuna, la Fiscalía de Delitos Culposos y la Policía Científica.
Por Bruno Verdenelli
Un relevamiento del Observatorio Vial Municipal, en el que confluyen datos de la comuna, la Fiscalía de Delitos Culposos y la Policía Científica, indica que durante 2016 hubo 39 víctimas fatales por accidentes de tránsito en la ciudad.
De acuerdo con el informe, se produjo una leve baja en la cifra respecto de 2015, cuando se registraron 42 fallecidos en distintos siniestros. Según pudo averiguar LA CAPITAL, los lugares con mayor cantidad de siniestros mortales son el sur de la ciudad y la zona de Constitución.
En jurisdicción de las comisarías quinta y decimosexta –comprenden el sudeste y el sudoeste de Mar del Plata, hubo siete accidentes fatales en el primero de los sectores, y cinco en el segundo. Mientras que en el norte, bajo el control de la seccional séptima, se produjeron seis.
Uno de los más resonantes ocurridos en la última de las zonas mencionadas fue el que tuvo como víctima a Matías Acosta (ver recuadro), en el inicio de 2016. Sus familiares realizaron numerosas protestas e inclusive participaron de marchas y movilizaciones en reclamo de la sanción de una ley de tránsito más dura, como la que el Congreso terminó por aprobar en diciembre pasado.
Desde Apravat (Asociación de Víctimas de Accidentes de Tránsito) celebraron la nueva norma vial, aunque son críticos de la labor de la Fiscalía de Delitos Culposos del Departamento Judicial Mar del Plata que, sin embargo, en los últimos años logró penas altas para conductores que causaron muertes (ver recuadro).
Para Ricardo Vega, integrante de la entidad, las cifras son difusas y de difícil acceso. “No tenemos números concretos, nadie hace el relevamiento real”, explicó al ser consultado por este medio.
En tanto, desde el Observatorio Vial Municipal que depende del área a cargo de Claudio Cambareri, aclararon que existe una recopilación de estadísticas pero que hay casos que son más complejos que otros. Y agregaron que, para desarrollar ese proceso, se sigue el lineamiento adoptado a nivel mundial: si una persona sufre un accidente de tránsito y muere en el momento o hasta un mes después, es considerada como víctima vial. De lo contrario, si permanece, por ejemplo, un mes y medio internada y luego fallece, no se incluye en esas cifras.
Por ese motivo, y otros vinculados a las cuestiones estrictamente legales sobre la calificación que le corresponde a los conductores imputados por causar accidentes mortales, y por consiguiente, el tipo de pena –generalmente baja- que recibían antes de la sanción de la nueva norma, se produjeron números cuestionamientos a la tarea de los investigadores. Lo que seguirá ahora, con el nuevo marco jurídico, aún se desconoce pero es visto como un buen augurio para quienes sufrieron graves hechos en el pasado.
De todas maneras, desde el municipio de General Pueyrredon remarcaron que el último año se llevaron a cabo diversas campañas y controles en varios sectores de la ciudad, con el objetivo de comenzar un proceso de descenso en las estadísticas de los accidentes viales.
Entre otras políticas, se realizaron cursos de concientización vial y manejo defensivo mensuales orientados a personas que tuvieron alcoholemia positiva y/o incidentes graves de tránsito, derivaciones de juzgados, etcétera; cambios en los exámenes finales de adultos mayores para la obtención de licencias; un rediseño de pruebas prácticas para la obtención de licencias de conductor, simulando situaciones más cotidianas; creación de programas como “Conductor designado”; “Mi primer licencia” y “Aprendiendo a transitar seguro” y la continuación del denominado plan “Camino escolar” (infraestructura del entorno escolar llevado a cabo por el Emvial); y numerosas licencias.
También se buscó mejorar el servicio de transporte público con la aplicación SUBE para conocer los trayectos y las duraciones de los viajes de colectivos en tiempo y forma, con el objetivo de desalentar el uso de los vehículos particulares y descomprimir el tránsito. Y se crearon mapas con “puntos negros” para dilucidar las zonas donde mayor cantidad de accidentes hay para, de esa forma, establecer medidas que puedan servir a su disminución. Entre ellas, la colocación de semáforos y badenes.